Llega la noche
pero no me despierta.
Camina entre las depresiones
que forma la sábana abyecta que te desea.
Que te sueña y bajo la que estoy
haciendo un mapa de tu cuerpo.
Llega la noche
Y me sorprende como cartógrafo de alguien más.
De tus lánguidas mejillas en extremo blancas.
De tu boca pequeña a la que apenas mi boca
acude cuando se apaga la luz.
Sigue...
- Llega la noche
Y el sopor de sus abismos
se queda en la puerta de la habitación
Sólo quiere verificar que estoy dormido
Que sueño
Que sueño contigo.
Que es cierto
Que ya no estoy solo
Que más allá del cansancio existe una brizna de sollozos
Que sustituyeron la amargura vaga de tiempos remotos.
Y la noche entiende
Me ve como a un hijo
Como al inocente que espera le cuenten
un cuento apacible para caer dormido.
Y sabe que sueño
Que sueño contigo
Y no siente celos
Ni rabia
Ni angustia
Ni llanto
Pero se le anuda el vacío del tiempo en su propio vacío.
Y se siente sola pero no lo dice.
Y te mira dentro de mis ojos tristes.
Y luego suspira, entiende
Y camina hacia la puerta sin hacer un ruido
Le ruedan dos lágrimas. Una sabe a olvido
Y como una madre contempla a su hijo
Bendice mi llanto
El que no he llorado
El mismo que viene con esta aventura de soñar contigo
El que le contó en secreto que después de ti se acabó el solsticio
Porque me encontré con que al alba
Y fuera de tus ojos
No volveré a ser el mismo.
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