cuando clava sobre nuestra carne sus espinas
es el recuerdo de algo real, doloroso,
único, absolutamente único e irrepetible Sigue...
- Olvidarte implica únicamente recordarte más y más,
en una mascarada absurda,
en la paradoja de la tristeza que nos envuelve
y nos castiga todos los amaneceres
y las madrugadas de domingos,
en todas las cartas que no te he escrito
y en todos los versos que no te he dicho (diré).
Amarte solo me dice que jamás
debí de haber soñado contigo,
que jamás debí tocar a tus infiernos
ni en tus labios cómplices y amargos
dirigiendo el destino de los mios.
Amarte solo me deja saber que
el ser poeta no sirve para nada
y que mis poesías no son
sino escafandras malditas de lo que no fue
y que quedará solo en mi mente
como lo que hubiera querido que fuera
o que pasara o que sé yo...
al menos es bueno saber que hubo instantes
en que juntos supimos volar...
JP Arzácc
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