viernes, 13 de noviembre de 2009

Peter Pan vino a buscarnos


Al calor de aquella cobija color café y de nuestros propios cuerpos, una de las enésimas veces en que seguimos besándonos las ansias, la magia que hacemos cuando lo hacemos volvió la mañana en noche y el sofá en cama matrimonial.

Ismael nos cantó –Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul, que me sorprenda a oscuras por favor que no dé la luz…- mezclado con nuestros gemidos entrecortados por sentirnos con ese deseo que no se nos acabo nunca, multiplicando los segundos -cada mágico segundo- por dos y después por cuatro, traduciendo gestos para arremeter o ceder, para morder o arañar y abrir los ojos para entender que lo que tocábamos éramos nosotros en carne viva y no en los sueños diarios acostumbrados.

No me canso de regresar en mi memoria el tiempo y detenerlo justo ahí, en el momento exacto en que entendiste muy dentro tuyo que era de verdad eso que te decía de que te amaba…que aún ahora que se ha dicho lo dicho no habrá una verdad que vaya a hacer temblar tanto tus piernas, ni a mí a dolerme más…

JP Arzacc

No hay comentarios: