Desde el mirador observábamos la ciudad
sentados en el cofre del Jetta
que nos robamos ese fin de semana...
Sigue...
Aún conservo la foto de ambos que pude mandar a mi correo antes de que la borraras para no dejar evidencia, nunca te ha gustado -lo sé- esa costumbre mía de fotografiar todo, pero que le vamos a hacer ahora...
Después de planear nuestro próximo golpe dentro del auto y ensayar los pasos del plan de la manera mas minuciosa nos dispusimos a darnos un tiempo antes de perpetrar el gran golpe.
Entre ese momento y la hora pactada en que decidimos arriesgar la vida, nos sucedieron cosas extrañas; 8 minutos de espera, quedarme dormido en tu hombro esperando un final inesperado, algunas cervezas para mí y dos cafés para azuzar tu ansiedad...por decir poco de cada segundo que en un "flash back" pasa ahora como un rayo por mi cabeza antes de cerrar los ojos.
La noche había llegado y con ello la hora de lograrlo o morir en el intento...yo por mi parte, no pude hacerlo... en la encarnizada lucha no atiné a esquivar ese último disparo que atravesó mi corazón.
En la inercia de la caida logré con dificultad voltear antes de caer fulminado al piso para descubrirte a unos cuantos pasos de mi apuntandome con la pistola aún humeante entre las manos. Yo, sin poder hacer más, sosteniendo el último aliento de vida, te ví escapar caminando con dificultad abrazando pegadito al pecho...el amor que me habías robado.
JP Arzacc
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