sábado, 29 de agosto de 2009

Asesino de recuerdos

Cuando las olas callen, y el sabor de tus besos húmedos en mi boca se sequen
no dejaré de utilizarte para evadir mi realidad, ni dejaré de incluirte en mi futuro.

Cuando termine de llenar los ventanales de mi habitación con periodicos y papel aluminio, podré entonces colgar de la viga del techo sin que nadie se de cuenta - por lo menos no hasta que esté suficientemente lejos - aquel recuerdo maldito, dejandolo ahí hasta que muera de asfixia o se le reviente el cuello...y se vaya al carajo, igual que hoy me voy yo...
El asesino confesó que la había matado
para cumplir la promesa que se habían hecho
de encontrarse en la otra vida, después de eso...
recargó su dedo en el gatillo y su cuerpo inerte...
en una promesa cumplida.

JP Arzacc

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