martes, 14 de julio de 2009

Querer lo que se quiere...


Ha muchos años que busco el yermo, ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo, ¡y es por el libro que tú escribiste!;
clamaba Amado Nervo a Kempis, el pálido asceta.
Esa enfermedad del alma no brota sola, como la idea de esclavitud tampoco.
Así que cuando Schopenhauer nos pregunta si somos libres y contestamos que sí,
casi como ley natural contestamos a la siguiente pregunta
que porque hacemos lo que queremos.

Cuando ya no sabemos responderle es cuando pregunta:
¿y por qué quieres lo que quieres?.
Vuela uno de inmediato a los matices culturales
y el cielo se llena de esponjas para acoger al intelecto.
Porqué quiero lo que quiero.
Es inmediato el recuerdo de condicionantes externos,
como el dinero o la preferencia sexual, el hambre o el deseo.
El cigarrillo y el tequila.
Algo tienen que ver los demás, no es posible querer
lo que se quiere nomás por uno mismo...

David Dominguez D.
Fuente:www.segundoasegundo.com

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