Ha muchos años que busco el yermo, ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo, ¡y es por el libro que tú escribiste!;
clamaba Amado Nervo a Kempis, el pálido asceta.
Esa enfermedad del alma no brota sola, como la idea de esclavitud tampoco.
Así que cuando Schopenhauer nos pregunta si somos libres y contestamos que sí,
casi como ley natural contestamos a la siguiente pregunta
que porque hacemos lo que queremos.
Cuando ya no sabemos responderle es cuando pregunta:
Cuando ya no sabemos responderle es cuando pregunta:
¿y por qué quieres lo que quieres?.
Vuela uno de inmediato a los matices culturales
y el cielo se llena de esponjas para acoger al intelecto.
Porqué quiero lo que quiero.
Es inmediato el recuerdo de condicionantes externos,
como el dinero o la preferencia sexual, el hambre o el deseo.
El cigarrillo y el tequila.
Algo tienen que ver los demás, no es posible querer
lo que se quiere nomás por uno mismo...
David Dominguez D.
Fuente:www.segundoasegundo.com
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