viernes, 17 de julio de 2009

Doliendome...

   Estoy aquí...sentadito en mi silla de oficina, escuchando al buen Edgar desde hace un buen rato
La música queda como de fondo en mi cabeza, las letras siempre me han funcionado tanto
para hundirme en mis depresiones catárticas y verme resuelto en las canciones, puedo hablar de partidas
de ausencias, de extrañar besos, de recuerdos, de corazones rotos (el mío)  e historias que me suenan mías.

   Miro al techo, con la mirada perdida y recorriendo pensamientos, desde la noticia trágica de la salud
de uno de mis amigos de la infancia hasta este dejo de dolor que me quedó al hablar contigo hace rato.

y me dejo caer en mi silla, reclino el asiento y observo la bolita de cristal que tengo pegada al techo de mi oficina 
para equilibrar la energía, me quedo hipnotizado, mientras las palabras dichas entre los dos fluyen en mi cabeza, 
todo se mezcla todo tiene que ver con nada y alreves, todo es tan confuso y me duelo tanto de ti, tanto, tanto que 
las lagrimas empiezan a razar mis ojos...y es una costumbre jodidísima hacerme este tipo de Harakiris pero una vez
que paso por ellos, puedo regresar al mundo, un poco más tranquilo y ecuánime para empezar de nuevo...


Sin que las heridas me sangren me presento de nuevo a ti 
y te miento que estoy bien (al menos por ahora)

Además...tengo muchísimo sueño

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