Sabes?
Te estuve buscando por mucho tiempo...
De pronto un día sin esperar que la buena suerte
me asistiera nos encontramos. No lo sabía en ese
momento, ni siquiera lo sospechaba; no podía
saber que llegarías a convertirte en una parte
importante de mi día.
Empecé a pensarte, a reconocer en ti las pequeñas
y grandes cosas que te distinguían de otras
personas, empecé a notar lo bien que se sentía
ocuparme de ti, de pensarte, de entenderte.
Entonces empecé a vivirte...
Dejé que mis ojos vieran en ti
lo que mis oídos necesitaban.
Te acepté a pesar de las cosas que pesan
cuando pasan entre dos que quieren estar
juntos. Quise volverme tu todo, lo más grande
y lo más pequeño, lo más gracioso y lo refle-
xivo, quise ser el apoyo y eso tuyo que
quisieras cuidar por sobre todas las cosas.
Y fue entonces que empecé a necesitarte...
Mis manos, alargadas hacia donde no estabas,
no se cansaban de gritar 'te necesito';
cada sonrisa se volvió un rictus de ansiedad,
los lunares de mi cuerpo eran señales
titilantes que buscaban atraer tus huesos
Te llamé, te busqué, te conté de mi agonía,
de mi necesidad de ti, de la longitud malsana
de los segundos sin tus besos,
de mis ojos húmedos de tanta lejanía,
del hambre de mis hombros que no tenían
tu abrazo, de la oscuridad de los libros
que no se dejaban leer y del laberinto
en que mis palabras se perdían sin
poder llegar a ti...
Y así me acostumbré...
A las noches sin sueños, a los días sin
alma, a ocupar con el vacío absoluto del
trabajo, las gentes, el ir y venir,
todos los momentos en que antes reinabas,
con tu presencia o ausencia...
Hoy, sin saber por qué, estoy de nuevo
sin esperarte, navegando a pairo,
en el compás de espera del que ya
no lo hace, sólo se halla en medio del
sórdido hallazgo de un no-hallarte
presente, continua, inherente
del que perdió junto con la fe,
la intención y el pretexto para
sentirse especial y complacido.
No es falta de capacidad,
No es falta de interés,
No es falta de lo que hoy tengo ausente,
Fue falta de ti.
Dicen a veces de los hombres,
que exageramos,
que mentimos...
pero por lo general un 'te necesito'
es el grito que intenta tocar
un corazón incomprensivo,
un grito que clama misericordia,
que busca explicar y ser entendido,
es ...sinceridad, desnudez pues.
Sabes?
Por muchos segundos pensé que no podría,
que el no poder respirar, dormir,
comer, concentrarme en lo más insulso.
Me tomaste descuidado, con la guardia baja
y me golpeaste muy duro.
No creí que llegaría este momento,
pero hoy de nuevo estoy de pie.
Quisiera decir que aprendí la lección,
que no me va pasar de nuevo,
pero mi corazón es joven
y no merece tanta definitividad;
espero que me ocurra otra vez,
porque haberte vivido, tenido,
fue lo mejor que me ha pasado
en mucho tiempo y a pesar de lo demás,
2 comentarios:
Este me gustó, me llegó tal vez llegue a la misma conclusion en un dia lejano por ahora...
BV
ufff qué intenso... ves como no me equivoco al decir que me gusta lo que en tu blog encuentro...
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